Es ya tragicómico. Perder el sueño (o al menos minutos de somnolencia) por un número fabulado es muy wired. Más lo es aún, cuando vos mismo le otorgaste el sentido a esa rara Razón de Oro.
Para vos representaría el orden lógico, tu trabajo, tu psiquis; usted lo elaboró, es un subproducto de su inconsciente.
Para cualquiera que pertenezca al mundo exterior diría, elocuente, que no son más que serrucho y ladrón.
Pienso que no debe ser la primera vez en la que un ser -humano- se encapsula en un decorado gueto realista. Benéfica o perjudicialmente, me atrevo y digo que todo el mundo lo hizo y hace.
Sucede que algunos optan por sacudir con ramas y dientes al resto de la jauría desde su realidad preferencial, y están los que gozan el éxtasis de aldeas unipersonales.
Es casi una cuestión de gustos y condicionamientos periféricos.
La originalidad ciertamente fue inventada, aunque te duela.
viernes, 4 de enero de 2008
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