viernes, 24 de septiembre de 2010

1984

leí
'We shall meet in the place where there is no darkness'
e incurrí instantáneamente en la pérdida absoluta del sueño.

me quedé conmigo, pensando en la distopía.
antes ya me había detenido en
'Who controls the past, controls the future: who controls the present controls the past.'
y aunque, literariamente, no presenta un desafío mayor entender el concepto, su valor simbólico fue necesario compendiarlo (más bien, rumiarlo) durante varios minutos.
muy a pesar de ser golozo, quizás me empalagué de verdad: los tragos que se toman hoy son demasiado amargos.
libros como éste son los encargados de extender la vigilia, digo, la comienzan.

1 comentario:

Rodia dijo...
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